Hoy en día las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en nuestras vidas. Los niños también están rodeados de diferentes dispositivos tecnológicos, conviven con ellas e incluso no sería raro encontrar algún alumno de educación infantil que le da su uso cotidiano a las tecnologías. Por ello, es importante darle la utilidad correcta tanto en casa como en el aula para concienciar de los riesgos, porque pueden ser muy útiles y beneficiosas si las utilizamos bien.
A día de hoy casi todos tenemos la tecnología en casa como, por ejemplo, la televisión, móviles, ordenadores, tablets, relojes inteligentes… A consecuencia de esto,
la mayoría de los niños fuera del aula están en contacto con la tecnología. Es por esto que personalmente en el aula le daría más importancia a jugar, relacionarse y colaborar con sus compañeros, hacer puzles, leer libros, construir… todas estas actividades que construyen su cerebro de una forma mucho más segura y eficaz que cualquier pantalla lúdica.
Con esto no quiero decir que sea malo utilizar la tecnología en el aula, en absoluto. Además en el currículum se pueden ver que hay competencias relacionadas con la tecnología. Pero para esto será importante utilizarlas cuando tengamos claro qué objetivos o competencias pedagógicas queremos conseguir y cómo y cuándo utilizarlo. La mayor razón de esto, es que como he mencionado anteriormente los niños aprenden jugando, interactuando, imitando… con un ordenador no pueden interactuar ni reciben respuestas que están condicionados con las conductas de ellos. Es por eso que los niños de educación infantil prefieren y aprenden más con las personas que están presentes físicamente.
A día de hoy casi todos tenemos la tecnología en casa como, por ejemplo, la televisión, móviles, ordenadores, tablets, relojes inteligentes… A consecuencia de esto,
la mayoría de los niños fuera del aula están en contacto con la tecnología. Es por esto que personalmente en el aula le daría más importancia a jugar, relacionarse y colaborar con sus compañeros, hacer puzles, leer libros, construir… todas estas actividades que construyen su cerebro de una forma mucho más segura y eficaz que cualquier pantalla lúdica.
Con esto no quiero decir que sea malo utilizar la tecnología en el aula, en absoluto. Además en el currículum se pueden ver que hay competencias relacionadas con la tecnología. Pero para esto será importante utilizarlas cuando tengamos claro qué objetivos o competencias pedagógicas queremos conseguir y cómo y cuándo utilizarlo. La mayor razón de esto, es que como he mencionado anteriormente los niños aprenden jugando, interactuando, imitando… con un ordenador no pueden interactuar ni reciben respuestas que están condicionados con las conductas de ellos. Es por eso que los niños de educación infantil prefieren y aprenden más con las personas que están presentes físicamente.
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